
(Instagram @shane_drinkwater)
Así como la dualidad crea un equilibrio, empezamos el mes de octubre con un cierre. Los finales son siempre precursores de nuevos comienzos. Esta es una luna nueva y eclipse solar que sella esta época de eclipses, que sella la quincena de los ancestros (Pitri Paksha), pero que también abre la puerta a las Nueve Noches de la Diosa (Navaratri) y abre la puerta a la posibilidad de encarnar la energía arquetípica de la Gran Madre protectora en nuestras propias vidas, externas e internas.
En estas nueve noches honramos a la diosa Durga en sus diferentes aspectos (como Kali, Lakshmi y Saraswati en relación incluso a las tres gunas de Tamas, Rajas y Sattva; o como las Navadurga; o como las Matrikas, o como las Dasha Mahavidyas… depende de la zona de India, y/o de los diferentes linajes, hay diferentes maneras de honrar a Durga). Durga, con su gran poder y su fuerza puede acabar con todos los asuras (demonios) a los que se enfrenta, y que se cuenta en su historia y mito en el texto Devi Mahatmyam. Su energía, su poder sin igual, nos ayuda a sentirnos en nuestro propio centro; a enfrentarnos a nuestras sombras y patrones mentales y emocionales; nos ayuda a luchar por, y/o defender, lo que amamos y deseamos proteger y nutrir; y sobre todo nos ayuda a ser íntegros con nosotros mismos no importa lo que ocurra externamente. Sin miedo a las consecuencias de nuestras intenciones y acciones porque sabemos que estamos siendo fieles al camino de nuestro propio corazón, en armonía con el camino trazado por las estrellas, y sobre todo trazado por la vida y su inteligencia y sabiduría, tan fuera de nuestro control y entendimiento muchas veces. Ella nos guía desde otro lugar, no siempre desde la razón intelectual, sino más bien desde el discernimiento profundo, la intuición y el instinto, desde el sentimiento de devoción y agradecimiento, desde el asombro y la curiosidad, desde la apertura de nuestra mente y del recuerdo de nuestra propia esencia tan olvidada en el abismo y la oscuridad, para recordar una y otra vez, y honrar sobre todo en estas nueve noches, que nunca estuvimos separados de Ella. Ella lo es Todo. Ella es el Gran Amor Incondicional. Jai Ma Durga!
A esta luna nueva se la conoce como Mahalaya Amavasya; la luna nueva de la disolución. Su mensaje es honrar la muerte, el fin, el abismo profundo del silencio que antecede un renacimiento. Y es que un ascenso siempre viene precedido por un descenso. Es en el tocar fondo que aprendemos a levantarnos de nuevo. Seguimos esa temática de muerte simbólica y de renacimiento que ya se ha dejado notar desde la anterior luna llena y eclipse lunar en Uttara Bhadrapada, Piscis.
La luna nueva y eclipse solar ocurre el 2 o 3 de octubre (depende de donde te encuentres en el mundo). Sol y Luna se unen en Hasta nakshatra, estrellas que se suelen designar dentro del Signo de Virgo, junto con Ketu, el nodo sur lunar y responsable esta vez del ensombrecimiento del sol por la luna creando este eclipse solar anular.
Hasta nakshatra está formada por cinco estrellas en la constelación Corvus; Alpha Corvi (Alchiba), Beta Corvi (Kraz), Delta Corvi (Algorab), Gamma Corvi (Gienah) y Epsilon Corvi (Minkar).

La Tarjeta 32 ilustra doce constelaciones: nueve modernas (Corvus, Cráter, Sextans, Hidra, Lobo, Centaurus, Antlia, y Brújula), la actualmente subdividida Argo Navis, y las constelaciones obsoletas de Noctua y Felis, en “Urania’s Mirror” (El Espejo de Urania), o “A view of the Heavens” (Una visión de los Cielos) un conjunto de 32 cartas gráficas astronómicas publicadas por primera vez en noviembre de 1824. Fuente: Wikipedia.
Su deidad es Savitur, una de las deidades más antiguas del panteón védico perteneciente a lo que denominamos Adityas o deidad solar hijo de Aditi, la Gran Madre védica. Savitur es una representación de esos primeros rayos de sol que se asoman en el horizonte antes del amanecer. Es ese momento mágico entre la oscuridad de la noche y la luz cegadora del sol. Ese momento de pausa, de contemplación. Ese espacio liminal que nos invita a la reflexión y a la quietud. A honrar las quimeras que anhelamos en el corazón. Se asocia a Savitur con el famoso Savitur Gayatri Mantra védico que honra esa luz solar del alma en relación con la luz solar divina. También honra la luz del conocimiento interior que guía nuestros pasos externos. Esa luz que revela la Verdad y nos despierta ante quiénes somos en realidad.
El significado en sánscrito de Hasta, y su símbolo, es una mano. Hasta nakshatra tiene el poder de poner al alcance de la mano todo aquello que se desea (Hasta Sthapaniyangama Shakti). Es el poder de hacer realidad los anhelos y deseos más profundos. De manifestar en forma material aquello que se desenvuelve en el mundo sutil de los sueños. Las manos también pueden asociarse con la ilusión, el engaño, como un mago o un ilusionista manteniendo la atención en ellas mientras el truco se desenvuelve ante nuestros ojos. Al pertenecer al Signo de Virgo que está regido por Mercurio, éste nos puede ayudar a discernir qué es necesario traer a la vida, y qué es necesario soltar. De hecho, a veces Hasta nakshatra se representa con un puño cerrado, o con una mano abierta. ¿En qué momento vital te encuentras? ¿Necesitas aprender a soltar para recibir? ¿O estás ya con la mano tendida, el trabajo interno hecho, a la espera de recibir?
El animal simbólico de Hasta es el búfalo hembra, que ata maravillosamente con la historia que se celebra en Navaratri (del texto Devi Mahatmyam perteneciente al Markandeya Purana) sobre Durga eliminando a varios demonios, incluído el búfalo Mahishasura. Cuando comenzamos a mirarnos de frente, a no cerrar los ojos a todas nuestras partes, es cuando todas las sombras salen de sus cuevas. Quieren ser abrazadas, integradas, validadas, antes de poder transformarse. Es a través de nuestro valor y compasión que podemos hacer este trabajo interno, y gracias a Durga, este es el momento adecuado para empezar. Una vez aprendemos a hacer esto internamente, tenemos muchísima más paciencia y compasión para poder ser la fortaleza (la palabra Durga significa eso) del mundo. Podemos ser el gran apoyo. Simplemente con nuestra presencia, desde un centro firme como el tronco de un árbol, podemos confiar en que el viento se llevará las hojas muertas.
Este eclipse cierra esta tanda, la última de 2024, y nos invita a contemplar la luz que siempre vuelve, a pesar de la oscuridad que es a veces tan necesaria para recordarnos que no estamos solos. Caminamos por las sendas de la vida siguiendo un patrón universal que ata a nuestro deseo individual, si sólo aprendemos a escucharlo. Y para ello es necesario el silencio. Silencio interno que crea y recrea el espacio infinito, el vacío lleno de potencial. Con las manos abiertas hacia el cielo hacemos una plegaria desde el corazón: que todo mi trabajo por y para mi integridad personal sea para el bien mayor.
Gracias siempre por leerme y os deseo una muy feliz luna nueva, eclipse solar, y feliz Navaratri.
Para más información y más datos astronómicos y astrológicos sobre los demás planetas y su danza celestial, puedes ver mi vídeo en mi canal de Youtube.
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